Luis Miguel Sánchez es un pintor autodidacta ecuatoriano, nació con el don de pintar lo que el alma le inspira. Desde muy joven destaca el gusto y la pasión por el dibujo, para él, todo papel podía ser lienzo a la hora de dar rienda suelta a su creatividad. Recuerda claramente la guía de su profesor de pintura Nicolás Svistonoff quien lo impulsó y guio durante sus inicios.
Las cerca de 30 piezas expuestas, en su mayoría óleos, tintas, acuarelas y algo de acrílicos, además se destacan también obras con técnica mixtas de mediano y pequeño formato, son un recorrido por los trabajos artísticos de los últimos años del pintor cuyas obras producidas hasta la actualidad, no solo que lo apasionan sino que articulan un modelo particular de figuración que transmite las imágenes que se mantienen durante mucho tiempo en su mente y su alma, colmadas de referencias a ambientes domésticos y tradiciones locales.
La pintura es, para este artista ecuatoriano, claramente una herramienta de terapia con un espacio para la experimentación artística, consistentemente innovadora e impredecible en términos de sus estrategias artísticas y temáticas se podría argumentar que la profundidad y la intensidad con la que expresa su obra aborda imágenes de mucha vibración, luz y perfectas armonías cromáticas. Los paisajes más versátiles y entrañables de su niñez y vida actual en nuestro país, la vitalidad y la dinámica de la naturaleza, desarrolladas de acuerdo con una composición plástica, rítmica, continuada y ondulante que lleva al espectador a la percepción de un todo.
Gracias a este gran don y destreza Luis Miguel presentará su obra el miércoles 17 de noviembre a las 18h00 en Bugatti para dar a conocer su arte al Ecuador, y con ello incentivando a los artistas nacionales a explotarse y dejarse conocer.