Después de haberse recuperado en un hospital de una descompensación que un parte policial atribuye a una posible sobredosis de medicamentos y que las autoridades penitenciarias relacionan con su negativa a ingerir alimentos, el exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, fue recluido nuevamente en la cárcel.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) informó que Glas «acaba de ingresar al Centro de Privación de Libertad» de La Roca, la cárcel de máxima seguridad del país.
Previamente, Glas había permanecido en observación médica durante horas en el Hospital Naval de la ciudad de Guayaquil. Según el SNAI, presentaba «parámetros de salud estables y dentro del rango de normalidad», lo que permitió que recibiera el alta médica correspondiente.