El jueves, en la Asamblea de Ecuador, Daniel Noboa recibió la banda presidencial y asumió el cargo para un periodo de 18 meses en un contexto marcado por una crisis económica e inseguridad.
En su discurso de toma de posesión, el recién nombrado presidente reconoció la dificultad de la tarea que le espera, señalando que los días disponibles son limitados. Hizo hincapié en su creencia en un Estado cuyo principal objetivo es la reducción de la violencia y la transformación del progreso en una práctica habitual.
Noboa expresó su disposición a romper con el ciclo de revanchas políticas y se autodefinió como alguien libre de prejuicios y con una perspectiva política diferente. Para respaldar esta afirmación, mencionó la formación de un gabinete que incluye una amplia participación de mujeres y jóvenes.