El título «Zack Snyder’s Justice League» (La Liga de la Justicia de Zack Snyder) prácticamente lo dice todo, y representa la culminación de una campaña que, como ocurrió con cierto Hombre de Acero, dio vida a la versión épica del director de la película de 2017.
Es un ejercicio fascinante y superior a su predecesor, pero al durar cuatro horas, los puntos altos de la ópera se contrarrestan de alguna manera con la ausencia de cualquier presión para decir «corte».
En entrevistas recientes, el director también ha citado preocupaciones entre los ejecutivos de DC y Warner Bros. con respecto a la dirección de la película bajo Snyder, pues sus otras películas como «Man of Steel» y «Batman v. Superman: Dawn of Justice» presentaron momentos e imágenes gloriosos, pero no lograron encender la taquilla como se esperaba.
El resultado de esta nueva versión, estrictamente desde un punto de vista creativo y cinematográfico, es fascinante: ¿Cómo dos directores diferentes –Whedon, quien dio a luz la franquicia «Avengers» en la pantalla; y Snyder, quien logró la adaptación de los famosos y difíciles de adaptar «Watchmen»– abordarían el mismo material? Un lugar como HBO Max, hambriento de suscriptores, ofreció el tiempo y la libertad para averiguarlo.